¿Te gusta la jardinería y cada día quieres aprender técnicas para mantener tu jardín o terraza vestida de plantas y flores? Entonces, hacerlo con tus propias manos requerirá que aprendas las diversas técnicas que cada planta requiere para mantenerse saludable, y te pueda devolver con vitalidad todos tus cuidados.
En este sentido, hoy te quiero contar como lograr unos hermosos girasoles, una flor de flores que atrae a muchas personas por la belleza que despliegan, y lejos de querer tenerlas para industrializarlas, las quieres hacer parte de tu oasis. Pensando en ello y los diversos fracasos que en el pasado ha llenado tus macetas, es que quiero contarte la forma más segura y fácil de obtener resultados positivos que se verá reflejado en el diseño de jardines que lo porten.
Lo primero que debes saber es que el suelo debe ser fértil y bajo en sal. Necesita de sol directo, y abundante agua que requerirá más aun cuando desarrolle su flor. Sabiendo esto, comienza por sembrar las semillas que previamente seleccionarás observándolas con una lupa. Las semillas más grandes, gordas y sin grietas serán las ideales. El siguiente paso es desinfectarlas con agua oxigenada y un algodón; dejarlas en remojo en agua destilada por una hora; secarlas.
Cuando tengas las semillas listas, procede a la germinación. Fabrica uno con tus propias manos con un recipiente hermético al que le colocarás papel húmedo como colchón, colocarás las semilla la humedad del agua no se estanque. Elije un lugar de la casa cálido y dentro de 3 a 5 días tendrás tus semillas con raíz.
En este punto, pasa las semillas germinadas a la tierra. Entierra las semillas con espacio de 50 cm para que la planta entregue flores grandes. Regar en horarios en el que el sol no los ilumine, nunca riegues sus hojas y poda las que aparezcan con manchas marrones.