Desde siempre ha sido tradición usar las flores de temporada para preparar elementos tan importantes de una boda como el ramo de la novia o la decoración de la iglesia y el restaurante. Esto resulta mucho más sencillo si te casas en primavera y verano, épocas en que te puedes encontrar muchas variedades de las más bellas flores que existen en jardinería. Pero, ¿y si tu boda es en invierno?
Evidentemente siempre es posible recurrir a las especies de importación si quieres decorar tu ceremonia con las flores que son tendencia cada año en el sector de las bodas pero siempre te resultará más natural – y por supuesto económico- si usas las típicas de cada estación, invierno en este caso. ¿Te imaginas más calidez que la que puede proporcionarte en un día de invierno unos preciosos tulipanes, calas o gladiolos?
Es evidente que cada novia necesita un ramo especial adaptado tanto a su personalidad como a la estética que piensa lucir en el día de su boda pero para que puedas empezar a pensar en como sería el tuyo debes saber cuales son las flores típicas de la estación de invierno: orquídea, narciso, anémona, hortensia, campanillas y jazmín, entre otras. Y especialmente las reinas: camelias (la flor fetiche de Coco Chanel),iris, lirio, calas, gladiolos, pensamientos y tulipanes.
Cada una de estas flores te aportará algo especial a tu ramo y a tu look de novia en general. Los enormes pétalos de los lirios, las calas y los gladiolos impactarán a todo el mundo que te vea por su gran glamour, mientras que la camelia, por su cierta semejanza a la peonía le dará un aire mucho más primaveral a tu bouquet. Por otra parte el jacinto y el jazmín, con sus pequeñas florecitas y su intenso olor, se convierten en el marco ideal para rosas y orquídeas y en las más adecuadas para que puedas lucir un espectacular ramo en cascada.