El geranio pertenece a la familia de las Geraniáceas, y es una planta de exterior muy resistente que se cultiva en los jardines, y sobre todo en los balcones, ya que muchas personas le ven ese lugar como el más atractivo para que se pueda lucir a la perfección en el hogar. Este género de elementos incluye unas 230 especies aproximadamente y su nombre viene de la palabra griega pelargos, cigüeña. Ese nombre lo adopta gracias al pico del animal y semejanza con el fruto que se desprende de la planta.
En cuanto al cuidado que se le debe otorgar al geranio hay que pensar en la luz y la situación ya que necesita el primer concepto en abundancia y no les perjudica la luz solar. Por lo tanto, lo más aconsejable es que se sitúe en el jardín para evitar algún problema. En lo que respecta a la temperatura soporta de manera muy adecuada las altas condiciones climáticas por encima de los 30 grados centígrados, pero en invierno se la debe proteger demasiado, ya que si se la expone por debajo de los 10° puede sufrir alteraciones.
El riego del geranio se debe realizar con frecuencia. Con esto se refiere a que sea dos o tres veces por semana. En invierno no puede pasar ningún momento del día sin agua, ya que esto afectaría demasiado a su vida y podría morir. Salvo en las ocasiones en las cuales se perciba una temperatura mayor a los 15°. El substrato debe ser número uno de marga o un substrato de compost y turba.
Además, son muy fáciles de colocar ya que si se encuentran en una ventana el único requisito para que puedan sobrevivir en tener una luz abundante, y de esto se encargará sólo el sol, sin la necesidad de que haya que hacer algo.